Ni una menos:‭ ‬el‭ ‬8M

GUATEMALA | Por Carolina Vásquez Araya – Los movimientos masivos de protesta se han convertido en el único mecanismo posible de incidencia para las minorías alrededor del mundo.‭ ‬Aun cuando las‭ ‬mujeres somos mayoría en términos demográficos,‭ ‬nuestra presencia en los escenarios de toma de decisiones es mínima y muy pocas veces determinante.‭ ‬Esto se refleja en un alto grado de vulnerabilidad para aquellas mujeres que por razón de su sexo han sido‭ ‬marginadas,‭ ‬abusadas y violadas en sus derechos humanos a través de distintas formas de violencia,‭ ‬tanto individual como colectiva.

Es muy complejo el entramado de poder mediante el cual se ha elevado una muralla de obstáculos para evitar el empoderamiento‭ ‬femenino.‭ ‬Una de las estrategias más recurrentes ha sido manipular la cultura y las tradiciones,‭ ‬sacralizándolas para conseguir de este segmento la complicidad indispensable con el fin de reproducir los patrones machistas desde el seno del hogar y desde la más tierna infancia.‭ ‬Esto,‭ ‬porque apoderarse del enorme poder de las mujeres para‭ ‬la transmisión de ideas y actitudes a través de la relación con sus hijos e hijas ha sido una de las mayores victorias de la cultura patriarcal.

Pero los tiempos cambian y también las personas.‭ ‬Lo que antes era correcto y deseable ha pasado a formar parte de una larga lista de conceptos para analizar,‭ ‬desmenuzar y,‭ ‬en muchos casos,‭ ‬descartar.‭ ‬La situación de desventaja para este inmenso conglomerado de seres humanos obligados a aceptar la subordinación,‭ ‬al extremarse ha estallado en un grito sonoro de‭ ¡‬No más‭! ‬No más embarazos de niñas,‭ ‬no más muertes maternas evitables,‭ ‬no más feminicidios,‭ ‬no más desnutrición crónica,‭ ‬no más violaciones sexuales,‭ ‬no más matrimonios infantiles,‭ ‬no más salarios desiguales ni discriminación por sexo.

Estas son algunas de las‭ ‬muchas y‭ ‬poderosas‭ ‬razones‭ ‬para la convocatoria a una gran marcha por los derechos de las mujeres a realizarse el‭ ‬8‭ ‬de Marzo,‭ ‬Día Internacional de la Mujer,‭ ‬la cual ya ha sido recibida con entusiasmo en más de‭ ‬30‭ ‬países alrededor del mundo.‭ ‬Una marcha pacífica‭ ‬–porque las mujeres somos portadoras de paz y de vida,‭ ‬no de guerra‭ ‬y muerte-‭ ‬capaz de poner en agenda los temas‭ ‬de los cuales hemos sido tradicionalmente excluidas.‭ ‬Levantar la voz en una fecha simbólica es una manera de dar a conocer al mundo la fuerza y la pertinencia de nuestras demandas y esa voz debe ser escuchada por el bien de toda la sociedad.

Ser mujer y vivir en una sociedad machista es algo que pocos hombres‭ ‬son capaces de comprender.‭ ‬Ser mujer campesina,‭ ‬indígena,‭ ‬pobre e iletrada es como el último sótano de esa pirámide de derechos humanos repartidos en cuotas.‭ ‬Por este y muchos otros motivos de la más elemental justicia,‭ ‬es imperativo respetar su derecho a‭ ‬manifestarse,‭ ‬a elevar sus voces,‭ ‬a decir aquellas verdades celosamente ocultas por una sociedad permisiva hacia el abuso contra la mujer y los más desamparados.‭

De acuerdo con‭ ‬la Comisión Económica para América Latina y El Caribe,‭ ‬Cepal,‭ ‬cada día mueren‭ ‬asesinadas por razón de su sexo‭ ‬12‭ ‬mujeres en los países latinoamericanos y caribeños.‭ ‬Esta estadística muestra solo casos en los cuales no se encontró ningún otro motivo posible para la eliminación física de una mujer.‭ ‬En nuestros países,‭ ‬en donde la violencia doméstica es una norma de vida,‭ ‬son muchas más las muertes no contabilizadas cuyo origen reside en la discriminación por sexo,‭ ‬como las ocurridas durante partos mal atendidos,‭ ‬trata de personas,‭ ‬negación de servicio de salud por carencia de insumos o abortos clandestinos,.‭ ‬¡No más‭! ¡‬Ni una menos‭!

Por Carolina Vásquez Araya

elquintopatio@gmail.com

Blog de la autora‭ ‬http://www.carolinavasquezaraya.com

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