Balance de la Segunda vuelta

PERU | Por Guillermo Bermejo Rojas – Los primeros sondeos al termino de la primera vuelta eran auspiciosos para PPK: duplicaba su intención de voto y pasaba hasta por cuatro puntos a Keiko. El antifujimorismo, que es mayoría nacional, daba sus primeras señales.

Con una campaña apretando duro sobre los flancos débiles del fujimorismo, que son muchos, este margen se hubiera mantenido y no pasaríamos por este final de fotografía que mantiene en zozobra a muchos. Pero PPK estuvo lejos de lo que esperaban quienes se propusieron apoyarlo.

Su viaje a los EEUU por mas de una semana demostró el poco interés por su propia campaña y desde luego por el país, mientras Keiko visitaba regiones. Su negativa, excepto cuando tenia casi perdido el partido, de hacer un llamado amplio contra el fujimorismo, desnudo la soberbia del mayor lobbista del Perú, mientras Keiko hacia buenas (mineros informales) y malas (mafias de construcción civil) sumas a su campaña.

Y con mas errores de uno que aciertos del otro, Keiko paso a la punta y parecía inalcanzable una semana antes de la votación.

PPK es un fujimorista de corazón tanto en lo económico como en lo político. Por eso le resulto difícil ir al ataque contra Keiko. Tanto que en el primer debate la hija del Reo Vip de la Diroes se dio un banquete con el.

Ese fue tal vez el punto de inflexión de su actitud en la campaña. Solo le quedaba, así sea solo por campaña, convertirse en el No a Keiko que la mayoría esperaba. Y en el segundo debate salio a deslizar algunas frases para emocionar a la platea.

Ayudo, desde luego, la incapacidad del fujimorismo de manejar la denuncia contra Joaquin Ramirez y la misma candidata sobre narcotrafico y lavado de activos. Como respuesta se les ocurrió, al mismo estilo de Montesinos, “desmentir” con un audio trucado que fue entregado por su candidato a la vice presidencia Jose Chimpler. Se dispararon a los pies, a la cadera y en un brazo.

A mi me pareció que lo peor de Keiko en el segundo debate fue cuando hablo de sacar a los militares a las calles contra la delincuencia. Conversando con amigos de lucha contra la dictadura de los 90s, coincidimos que sentimos una ventisca fría y de muerte como cuando su papa hizo el autogolpe. ¿Fujimori y militares? Que Dios nos coja confesados.

Para el triunfo de PPK ha asido determinante el apoyo de Julio Guzmán y Verónica Mendoza, pero sobre todo del activismo antifujimorista reflejado en las Marchas No a Keiko. PPK debe ser el candidato que menos méritos propios tiene que termine ganando una elección.

Pero para desgracia de estos sectores mencionados, los voceros de PPK han dejado claro que su alianza prioritaria sera con el fujimorismo por el manejo del congreso.

Es decir tendremos un gobierno PPKeiko que ademas de indultar al dictador, apostara por la privatización de los servicios de salud, educación y agua, y rematando las riquezas del país como espera la Casa Blanca a través de su modelo económico, sus TLCs y su TPP.

Y para eso ir de la criminalizacion y represión de la protesta a militarizar las zonas en conflicto social con el amen de los medios de comunicación. Y claro, continuar con el ingreso de tropas militares gringas y colocar la base del FBI en Lima bajo la farsa de la lucha contra el narcotrafico y el terrorismo.

Este cogobierno es un nuevo alfil ganado por los EEUU en su afán de desestabilizar los gobiernos progresistas de la región. Papelones diplomáticos y primeras paginas apuntando a Caracas para tapar lo que sucede en nuestra patria vendrán sin duda alguna.

Apoyar a PPK le pasara factura a unos mas que a otros candidatos. Julio Guzmán puede dormir tranquilo pues, pase lo que pase, el es el recambio que la derecha necesita para la siguiente elección. A Mendoza ya se le amotino un sector del FA por esta decisión y sin duda al primer muerto o escándalo de corrupción del gobierno PPK la gente le recordara que el esta ahí por su apoyo.

El fujimorismo hará lo mismo de estos 16 años: mientras no le toquen la constitución de la dictadura ni el modelo económico solo levantaran la voz cuando la corrupción y los muertos sean culpa de otro. Y el ultimo año sacarle cuerpo al gobierno saliente y parecer oposición frontal y mediática.

Keiko esta golpeada por su segunda derrota, pero el fujimorismo esta lejos de ser derrotado. Y sin rivales en sectores populares, donde su asistencialismo con el dinero robado convence a las capas mas golpeadas por un sistema impío, los tendremos vivitos y coleando el 2021.

Concluyo esta farsa electoral que nos impusieron desde la primera vuelta cuando la ley del embudo logro que por las mismas faltas se salvaran PPK y Keiko y dejaran fuera a Guzmán y Acuña. Al 99% de actas escrutadas, la distancia coloca a PPK como ganador es menos de 50 mil votos.

Distancia de décimas, pero que le alcanza para coronarse vencedor de unas elecciones que deben ser las peores que uno recuerde: no solo por la cantidad de insultos y acusaciones, sino por el vacío de propuestas y alternativas de cambio para un país al que le urge.

Finalmente, en esta segunda vuelta el ausentismo aumento y llego a 19.6% y el voto blanco y viciado se redujo a 6.3%. Es decir 26%, mas de uno de cuatro peruanos, decidió no ir a votar a pesar de la multa o asistir pero anular su voto. Estos es mas de 5 millones y medio de votantes a tomar en cuenta.

Se va a necesitar de mucha organización popular y de mucha formación política para afrontar la lucha de resistencia de los pueblos y llegar al 2021 con una apuesta clara y con cuadros preparados para no volver a votar por el mal menor que termina sosteniendo un sistema indefendible.

Hasta la Victoria Siempre

Guillermo Bermejo Rojas

Un comentario en «Balance de la Segunda vuelta»

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